¿Cuál es la primera cosa que viene a tu mente cuando piensas en planear una sesión de networking?
¿Acaso es configurar diferentes categorías de negocios para tus asistentes para asegurar un mejor match? ¿O tal vez pensaste en formas para garantizar conexiones de valor entre tus invitados?
Probablemente no.
¿En qué estabas pensando entonces?
Déjame adivinar: siempre que debes planear una dinámica de networking, tus primeros pensamientos se detienen en el menú de bebidas y pasantes. Después de todo, planear una sesión de networking hoy en día no es muy diferente de planear una fiesta.
Nada malo con esto.
Planear cócteles de negocios es una práctica muy común en el networking. Sin embargo, ¿Qué tan seguro puedes estar de que esta dinámica específica de verdad generará resultados masivos de networking?
“Pero es una fiesta… se supone que la gente disfrute e interactúe”, te oigo decir.
¡Exactamente!
Sin exageración alguna, la fiesta de cóctel es la parte más relajante y divertida del evento. La gente debería disfrutarlo (y fortalecer las relaciones que ya han construido durante el evento), en vez de preocuparse por encontrar nuevos prospectos y exponer sus ideas.
No obstante, continúas pensando que un cóctel de negocios es un entorno eficiente y proactivo para el networking. ¿Por qué eso? ¿Tal vez es por una serie de supuestos que no siempre son verdad?
Aquí te decimos algunos de ellos:
Supuesto #1. Ayudar a la gente a relajarse les ayudará a conectarse mejor
La mayoría de los organizadores tienden a creer que espacios informales son la mejor forma de adquirir una experiencia significativa de networking. Desde juegos para romper el hielo hasta fiestas en azoteas, los organizadores intentan introducir el elemento “diversión”. Esperan que esto ayudará a sus asistentes a relajarse y sentirse más cómodos para el networking.
La realidad, sin embargo, es que independiente del entorno o circunstancia, los asistentes se sentirán muy inseguros y estresados antes y durante la dinámica de networking.
Esto sucede por los altos niveles de incertidumbre y la falta de control sobre la experiencia de interacción.
Supuesto #2. El alcohol hará que la gente interactúe más
Es hora de dejar de asociar tu evento o dinámica de networking con fiestas de graduación o promoción.
Mientras más alcohol ofrezcas (y por supuesto que deseas tener mucho a la mano, dado que eres un anfitrión generoso), mayores serán las probabilidades de que las personas recuerden tu evento solo al despertar la mañana siguiente con una gran jaqueca y muchas tarjetas de negocios inútiles en sus billeteras.
Supuesto #3. Mezclar y revolver es la vía certera a un networking significativo
A veces, entender la psiquis humana (un poco) es un gran plus. La mayor parte de la gente no gusta de aglomerarse con otros, esperando que mágicamente se tropezarán con alguien interesante o deseoso de intercambiar algunas palabras.
Así no es como suceden las cosas.
Más aún, al tener que “cazar” por prospectos en tus fiestas de negocios, tus asistentes pueden sentirse reacios a dejar su zona de confort y prefieran permanecer en su círculo de conocidos.
“Mezclar” el networking B2B con un cóctel de negocios es una mala idea
Aunque es bastante tentador tener una fiesta de negocios, puedes ser de hecho bastante riesgoso si se concibe como una dinámica de networking.
Echa un vistazo a algunas de las razones abajo y mira si cambian tu opinión sobre esta práctica (desafortunadamente) común:
No ser capaz de cruzar la oferta y la demanda
Así Que tienes un cuarto lleno de gente extremadamente valiosa (o eso piensas).
¿Pero qué sigue?
¿Encontrará esta gente exactamente lo que está buscando? ¿Tendrán interacciones de negocios significativas con aquellos que tienen algo que ofrecer? ¿O acaso revolotearán de un prospecto al otro sin ser capaces de construir una relación de trabajo?
No se puede negar que, al realizar un cóctel de negocios, reunirás a mucha gente interesante; no obstante, carecerás de las herramientas para hacer un cruce perfecto entre la oferta y la demanda.
Puede que tengas un cuarto lleno de asistentes, pero todos estarán abalanzándose sobre otros invitados que no tienen la misma agenda, no son complementarios o interesantes.
Trampas inescapables
Cada cóctel de negocios es el ambiente perfecto para atraer los más fastidiosos tipos de asistente.
Desde aquellos que desean estar en el centro de atención todo el tiempo hasta los invitados que no llegarán más lejos de la charla de pasillo, hay todo un pool de interacciones indeseables.
De no controlarse y ser puesto en estrictos parámetros, estos tipos de interacción se transformarán en experiencias poco placenteras para los demás.
Falta de estructura y propósito claro
Todos saben que van a una sesión de networking, pero ese término es muy vago. Aunque los asistentes tienen su propia agenda, la falta de estructura al interactuar con otros puede tomar la forma de small talksin significado.
En vez de saber exactamente con quién se reunirán y los temas que discutirán, los invitados se resignan a confiar en la suerte.
¿Qué tan poco profesional es esto?
Formatos de interacción forzada (y no orgánica, como es sugerido)
El mayor error que los planeadores cometen es creer que el networking pasa por sí mismo. Solo realiza una fiesta de cóctel, arroja unos juegos rompehielos, dispón de toneladas de comida y alcohol, y la gente milagrosamente comenzará a hablar unos a los otros y a construir significativas relaciones de negocios.
Esto nunca sucede. El networking es un momento bastante incómodo que la mayor parte de la gente aborrece.
No obstante, por su compromiso profesional, tendrán que asistir a multitud de cócteles de negocios, conscientes de que siempre se sentirán inseguros y estresados.
¿Qué deberías hacer en lugar de planear una fiesta de negocios?
No hay duda de que cada esfuerzo que realizar está justificado. No importa si planeas una fiesta o configuras una dinámica de speed dating—tu intención es conectar personas y negocios en tu evento, y esto es lo que más importa.
Pero si deseas obtener mejores resultados y alcanzar tus metas, tendrás que intentar un formato diferente que está volviéndose cada vez más popular.
En vez de planear un cóctel solo para que las personas hablen unas con otras, ¿Qué tal poner en sitio un área de networking profesional donde la gente pueda interactuar en interacciones significativas?
Tal vez te preguntas, “¿Cómo puede ser esto mejor?”
Bueno, piensa al respecto: primero, el área de networking está integrada en el evento. No es una actividad separada que viene luego, significando que no tiene una vibración de ser casual.
Todo ha de ser profesional, de forma que la gente estará más concentrada en sacar el mayor provecho de su experiencia.
Segundo, los asistentes deben cumplir una serie de cualificaciones para poder asistir. ¿Qué puede ser mejor que eso? Te será posible disponer de una serie de parámetros de cualificación y cerciorarte de que quienes participan tienen algo valioso de verdad para ofrecer.
Aparte de eso, tendrás las herramientas para controlar el matchmaking, asegurando un mayor grado de compatibilidad entre la oferta y la demanda.
Tercero, gestionar un área de networking implica agendar reuniones en concreto. En otras palabras, los asistentes tendrán el acceso a la lista de invitados y pueden escoger con cuáles profesionales quieren interactuar.
¿Qué podría ser mejor que tener pleno control sobre tu experiencia de networking, en vez de deambular en un cóctel de negocios, sin estar seguro de a quién encontrarás?
Mejor aún, podrás cuantificar los resultados, evaluar la experiencia de networking, y entender cuál fue el verdadero impacto.
Resumiendo
No hay nada malo en planear un cóctel de negocios. El esparcimiento debe hacer parte de tu evento. Sin embargo, no confundas el proceso de networking con esta dinámica posterior al evento.
La gente debería asistir a un cóctel para disfrutarlo y tal vez fortalecer las relaciones que ya construyeron durante el día en el área de networking, sin estar estresados por tener que lucir profesionales y buscar prospectos.
